El rápido crecimiento de la demanda de vehículos está suponiendo un aumento de la demanda de nuevas baterías eléctricas. Algunos expertos empiezan a vaticinar de forma un tanto catastrófica una hipotética crisis de abastecimiento de baterías eléctricas. Pero ¿Esto será así? ¿Debemos de preocuparnos por ello? 

La ola de demanda de las baterías eléctricas 

Los vehículos eléctricos están aumentando cada vez más en la sociedad. No es ya tan extraño ver coches eléctricos por las calles. Las bicicletas eléctricas son cada vez más usadas por la gente para ir a su trabajo o como forma turística de recorrer una ciudad. Esto ocasiona que la gente demande más baterías. Cada nuevo vehículo hasta ahora requiere de una nueva batería eléctrica y, por esto, aumenta la demanda de estos dispositivos.  

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Ecológico, pero no mucho con las baterías eléctricas 

Junto a la nueva moda “eco” también aparece la moda del consumo “fast food” y las baterías no se salvan de esta nueva tendencia. Aparentar ser “verde” cambiando de vehículo eléctrico cada poco también es tendencia para algunos. Sin embargo, esto lo podemos aprovechar como una oportunidad para la revolución de la movilidad eléctrica 

Reacondicionar baterías. La gran oportunidad 

Una batería no tiene por qué ser nueva y recién salida de fábrica. Una batería reacondicionada siendo una batería eléctrica tiene unos procesos mucho menos contaminantes. La reducción de la contaminación que nos dan las baterías reacondicionadas con respecto de las nuevas se cifra en un ahorro de 37 toneladas de dióxido de carbono. Con la batería eléctrica reacondicionada se pueden ofrecer condiciones óptimas de funcionamiento. De esta forma podemos obtener tres ventajas: 

Por un lado, se reduce la demanda de batería eléctrica de nueva fabricación. Por otro lado, se reduce la huella de carbono haciendo aún más sostenibles los vehículos eléctricos. Por último, se evita la amenaza de escasez y se pueden mantener precios sin grandes subidas.